Bajo el peso asfixiante de las sanciones internacionales, Venezuela se encuentra incapacitada para honrar su cuota en la Organización de las Naciones Unidas ONU, denunció este lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil.
En medio de una reunión del Grupo de Amigos de la Carta de las Naciones Unidas, Gil lamentó que las medidas coercitivas unilaterales -como el gobierno chavista prefiere llamar a las sanciones- impidan al país cumplir con sus obligaciones financieras en el seno de la ONU.
Según el canciller, el propio sistema de Naciones Unidas les cierra las puertas al depósito de fondos, lo que constituye un obstáculo insalvable para el cumplimiento de sus deberes como Estado miembro.
Esta impactante revelación se produce en un contexto en el que el Observatorio Venezolano Antibloqueo -un organismo gubernamental- afirma que sobre el país pesan 930 sanciones, de las cuales más de la mitad, 50,32%, son personales y afectan directamente a 468 individuos.
La situación es tan grave que en enero de 2024, el secretario general de la ONU, António Guterres, informó a la Presidencia de la Asamblea General que una decena de países, entre ellos Venezuela, se encontraban en mora en el pago de sus cuotas financieras.
Ante esta situación, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, solicitó en noviembre de 2022 a Guterres que su país recupere su derecho al voto en la Asamblea General de la ONU, el cual había perdido por no cumplir con sus contribuciones, una situación atribuible, según Maduro, a las sanciones.
En medio de este panorama desolador, el ministro Gil destacó la importancia de la reunión del Grupo de Amigos de la Carta de las Naciones Unidas como un paso crucial en la lucha por recuperar espacios internacionales que promuevan el multilateralismo y respeten el mandato de los pueblos del mundo en su búsqueda de libertad, derechos humanos y soberanía.
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