Cuatro hombres pierden la vida en extrañas circunstancias frente al Hospital Municipal de Bahía Blanca La policía investiga un presunto robo de cables en la zona de García del Río, pero la esposa de uno de los fallecidos, Facundo Uribe 32, clama por la inocencia de su marido. Él no era un ladrón, lo único que hizo fue ir a trabajar, asegura Laura, madre de tres niños pequeños.
Según la mujer, Uribe trabajaba en un galpón limpiando metales con su hermano y salió esa noche para cobrar su salario por el fin de semana. Sin embargo, la policía afirma que Uribe se encontraba con otros tres hombres, conocidos en el trabajo, y que todos fueron encontrados muertos en la entrada del hospital, abandonados en la caja de una camioneta.
Un quinto individuo, Emanuel Chamorro Sepúlveda 20, sobrevivió y fue acusado de robo agravado y pertenencia a una banda en grado de tentativa. Ángel Gallardo 63, padre de uno de los fallecidos y presunto líder de la banda, también fue detenido, acusado de reclutar a los hombres y ofrecerles dinero a cambio de robar cables de media tensión.
Laura insiste en la inocencia de su esposo, a pesar de las pruebas en contra. Él no se arriesgaría en ningún lado, él trabajaba todos los días, exclama. Sin embargo, el jefe de la Superintendencia de Seguridad Región Interior Sur de la Policía bonaerense, Gonzalo Bezos, afirma que las cinco personas que se electrocutaron tenían antecedentes por robo.
En medio de este misterio, la esposa de Uribe está convencida de que su marido estaba vivo cuando lo llevaron al hospital, pero murió por las graves quemaduras sufridas al intentar ayudar a los demás. Mientras tanto, la policía sospecha que un subcomisario podría estar involucrado en el crimen, ya que supuestamente ofrecía protección a la banda a cambio de una parte del botín. La verdad aún está por salir a la luz en este extraño caso