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Bomba caída en escuela de El Porvenir, Técpan de Galeana, Guerrero Una valiente habitante, que prefiere el anonimato por temor a represalias, relata el terrorífico incidente a MILENIO. El 16 de marzo, una letal lata explosiva impactó el patio de la escuela rural local, aunque por fortuna no se reportaron víctimas mortales La madre de tres niños describe el pánico entre los estudiantes y maestros, que se escondieron bajo los bancos y lloraron durante el estremecedor estallido.
Este ataque, atribuido a La Familia Michoacana, dirigida por José Alfredo Olascoaga Hurtado El Fresa y su hermano Johnny El Pez, no es un aislado. De hecho, otros artefactos explotaron en hogares y rancherías el mismo día. La comunidad acusa a Ismael Serrano El Mayel en Ajuchitlán del Progreso y Servando Bautista en Petatlán de operar la sanguinaria organización criminal en la zona.
Las redes sociales se han convertido en la única esperanza para pedir ayuda, pero la respuesta aún no llega. Los maestros huyeron y la gente vive con miedo, sin saber si regresarán. La Familia Michoacana ha provocado la huida de médicos y profesores, y el éxodo de los residentes en comunidades como Corrales, El Mameycito, El Mameyal, El Limón, El Anono, El Chiverío y El Parotal.
El camino que alguna vez conectó a estas rancherías ahora está controlado por la mafia, obligando a la población a utilizar rutas alternativas en cuatrimotos, a veces durante cinco horas. Los servicios urgentes se han vuelto casi imposibles, y las esquirlas, drones y bombas son idénticas a las utilizadas en otras áreas bajo el control de la organización criminal.
A pesar de la creciente presencia de La Familia Michoacana en Guerrero, la comunidad exige justicia y seguridad. Ignacio Chávez, comisariado de Bienes Ejidales de El Durazno, en Coyuca de Catalán, declaró: El crecimiento y desarrollo de las poblaciones dependen de la seguridad. Sin ella, no hay posibilidad de prosperar.
Desde El Porvenir, la comunidad clama por una base estable de gobierno y un compromiso real de las autoridades para garantizar la seguridad y el futuro de México. La lucha de esta valiente mujer y de la comunidad de El Porvenir es una llamada a la acción para acabar con la influencia destructiva de La Familia Michoacana en Guerrero y México