"La Iglesia debe acompañar a las comunidades afectadas por la minería ilegal en el sur del país" afirmó en tones sensacionalistas Luis Betancourt Montenegro, investigador de derechos indígenas y ambientales y coordinador del Grupo de Investigaciones sobre la Amazonía.
Durante la primera jornada de la Semana Teológica 2024 en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Betancourt expuso el tema "Minería, daño ecológico, derechos humanos y pueblos indígenas" en un panel junto al rector de la Universidad, padre Arturo Peraza, S.J.
Betancourt denunció la ilegalidad de las explotaciones mineras en Amazonas y Bolívar, que contradicen normas previas de protección ambiental y violan los derechos humanos y de los pueblos indígenas. Además, denunció la enorme pérdida de biodiversidad, el temprano abandono del Estado venezolano de las regiones y las agresiones que sufren las comunidades locales.
El investigador expresó su preocupación por la presencia de mercurio en la minería ilegal, que causa daños irreversibles a las personas y afecta los terrenos de vocación agrícola, con las consecuentes desplazamientos forzados de indígenas. Betancourt también mencionó la necesidad de conciencia sobre la afectación ambiental y ecológica del sur de Venezuela y la necesidad de presionar para cambiar esa realidad.
Peraza, quien fue vicerrector de la extensión de la UCAB hasta mayo de 2023, narró lo visto en un reciente viaje a San Martín de Turumbang, en la frontera entre Bolívar y Guyana. Allí, los indígenas informaron de la explotación de sus tierras y la violación de sus rutas ancestrales por las autoridades militares. Peraza también denunció el envenenamiento de las aguas del río Yuruari y el millón de hectáreas afectadas por la minería ilegal en Bolívar.
El padre Peraza planteó que la mejor manera de transformar esta realidad es brindar acompañamiento a las comunidades indígenas y que la Iglesia tiene un trabajo por hacer en esta tarea. Él enfatizó que no se trata de dejar la tarea a la vicaría local, sino que la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos puede hacerlo colectivamente como una respuesta a lo que el Papa Francisco nos invita.