
El excanciller Álvaro Leyva se ha visto inmerso en una polémica desde el domingo pasado, cuando el periódico español El País publicó una noticia basada en unas grabaciones de audio que sugerían que Leyva había buscado la ayuda de círculos republicanos en los Estados Unidos para socavar la presidencia de Gustavo Petro. Leyva ha negado enfáticamente cualquier intento de conspirar para derrocar a Petro y ha calificado las acusaciones de ridículas.
Leyva, quien fue el primer canciller de Petro, ha expresado su deseo de que Petro deje el cargo, pero ha subrayado que eso no significa que esté planificando un golpe de Estado. En cambio, Leyva ha sugerido que Petro podría dejar el cargo por diversas razones, incluyendo enfermedad o fallecimiento.
El periódico El País también informó que Leyva se reunió con el congresista republicano Mario Díaz-Balart en un intento de acercarse al senador Marco Rubio, para presionar internacionalmente a Petro y reemplazarlo con la vicepresidenta Francia Márquez. Sin embargo, Leyva ha negado categóricamente haber hablado con senadores o representantes estadounidenses, y ha aclarado que solo habló con Díaz-Balart sobre la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales entre Colombia y los EE. UU.
En cuanto a la posibilidad de que la vicepresidenta Francia Márquez estuviera involucrada en la supuesta conspiración, Leyva ha afirmado que nunca ha hablado con ella sobre eso, y que solo ha expresado su apoyo a Márquez como una digna sucesora en caso de que Petro deje el cargo.
Leyva ha respondido a las acusaciones de ser golpista afirmando que eso sería contradecir su historia personal y su compromiso con la democracia. Agregó que promover un golpe sería un suicidio moral para él, y ha subrayado su derecho a la libre expresión como un derecho fundamental.
En resumen, el excanciller Álvaro Leyva ha negado cualquier intento de conspirar para derrocar al presidente Gustavo Petro, y ha aclarado que solo ha expresado su opinión sobre la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales entre Colombia y los EE. UU. Además, ha subrayado su respeto a la democracia y a la libre expresión como un derecho fundamental.,