
La historia del narcotráfico en México está marcada por constantes enfrentamientos y alianzas entre cárteles. Todo comenzó con la detención de Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, el 21 de enero de 2008 en Culiacán. Su detención desató una ola de violencia y terminó por fracturar el Cártel de Sinaloa, uno de los cárteles más poderosos del país.
Existen diferentes versiones sobre el motivo de la detención de El Mochomo. Algunas fuentes afirman que Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, lo entregó a las autoridades federales después de que utilizara una ruta de tráfico de drogas a Estados Unidos sin su autorización. Otras versiones señalan que El Chapo lo utilizó como moneda de cambio para garantizar la liberación de su hijo Iván Archivaldo Guzmán.
La detención de El Mochomo fue aprovechada por Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, para vengarse de El Chapo y de Ismael Zambada García, alias El Mayo. Arturo Beltrán Leyva era el líder de una de las facciones más poderosas de la entonces llamada Federación, un conglomerado de grupos delictivos que trabajaban bajo la coordinación del Cártel de Sinaloa.
La detención de El Mochomo y la venganza de Arturo Beltrán Leyva llevaron a la fragmentación del Cártel de Sinaloa y al inicio de una ola de violencia que sacudió al país. El Barbas buscó aliados para enfrentarse a El Chapo y a El Mayo, mientras que estos últimos se prepararon para defenderse.
El conflicto interno provocó decenas de enfrentamientos armados en el norte del país, dejando a su paso episodios como la llamada Batalla de Tubutama y el asesinato de Édgar Guzmán López, hijo de El Chapo y hermano de Joaquín y Ovidio.
La Batalla de Tubutama fue una emboscada planeada por el clan de los Beltrán Leyva contra la gente de El Chapo. Ocurrió en mayo de 2008 en el municipio de Tubutama, Sonora, y dejó varios muertos y heridos.
El conflicto interno también llevó a la muerte de Arturo Beltrán Leyva en diciembre de 2009. Elementos de la Secretaría de Marina lo abatieron durante un intenso enfrentamiento armado en Cuernavaca, Morelos.
La muerte de Arturo Beltrán Leyva y el eventual arresto de sus hermanos terminaron por erosionar y fragmentar el imperio criminal que habían logrado construir, dejando el paso libre para que el Cártel de Sinaloa continuara al frente del negocio del narcotráfico en México.
Sin embargo, la historia del narcotráfico en México está llena de sorpresas y giros inesperados. En 2014, Alfredo Beltrán Leyva fue extraditado a Estados Unidos y sentenciado a cadena perpetua. Su hijo, Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, alias El Mochomito, se convirtió en un operador clave del Cártel de los Beltrán Leyva y en un actor relevante de la tercera gran fragmentación del Cártel de Sinaloa.
El Mochomito es hijo de una prima de El Chapo y ha heredado parte del lucrativo negocio de su padre. Es un operador clave en el trasiego de drogas, incluyendo fentanilo, cocaína, heroína y metanfetaminas. Su nombre ha resonado en los medios por rumores de su supuesta reaprehensión y por ser el presunto responsable del asesinato de un agente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana SSPC.
En resumen, la detención de El Mochomo desató una s,