
Existe una zona desértica en Sonora, México, conocida como El Tercer Mundo. Comienza en Caborca y se extiende hasta Arizona, pasando por pueblos como Altar, Atil, Oquitoa y El Saric. No aparece en los mapas oficiales, pero es un lugar real donde viven algunos habitantes que tienen que hacer frente a la falta de ley y seguridad. El crimen organizado ha establecido su dominio en esta región, y la policía local tiene dificultades para hacer frente a la situación.
La masacre de Tubutama ocurrió hace 15 años y fue una de las más importantes en la guerra contra el narcotráfico en México. La batalla duró cinco horas y dejó un gran número de muertos, aunque el número exacto es desconocido porque muchos cuerpos fueron sacados del lugar por los propios cárteles. La masacre fue ordenada por Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán, y llevada a cabo por la Gente Nueva, una alianza entre el cacique local Arnoldo del Cid Buelna y el cártel de los Beltrán Leyva.
La ruptura entre el Cártel de Sinaloa y el clan Beltrán Leyva tuvo consecuencias inmediatas en el norte del país. Cada bando reforzó sus alianzas y creó pactos para exterminar al otro. La Gente Nueva acordó el control del Tercer Mundo con el cacique local, Arnoldo del Cid Buelna, El Gilo, con el objetivo de explotar la ruta narcótica hacia Estados Unidos.
La batalla de Tubutama fue el resultado de una guerra entre cárteles que se peleaba de cerca, casi cuerpo a cuerpo, con rifles AK-45 o AR-15. La guerra contra el narco apenas llevaba tres años e, incluso, los fusiles Barret 50 eran una novedad. La guerra se peleaba de cerca, casi cuerpo a cuerpo, con rifles AK-45 o AR-15, los preferidos de la época.
La presión estuvo dura en los días siguientes, y hubo una carrera contrarreloj para presentar detenidos, decomisos y algo que diera la apariencia de que el Tercer Mundo era de primer nivel. Sin embargo, nada suficientemente contundente para dañar al Cártel de Sinaloa o La Gente Nueva.
A día de hoy, el Cártel de Sinaloa sigue peleando el desierto contra un aliado de los Beltrán Leyva, un sanguinario capo al que llaman El Chapo Isidro, Fausto Isidro Meza Flores, por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. Los nombres de los escuadrones han cambiado, pero el resultado es el mismo: en ese pedazo de país, en el páramo, no hay ley ni paz.,