
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al mandatario de Guyana, Irfaan Ali, de ser el líder de una supuesta mafia dedicada a la extracción ilegal de oro y minerales en el país caribeño. La Cancillería venezolana emitió un comunicado en el que aseguró que Ali hizo declaraciones infundadas y atrevidas contra el gobierno venezolano desde la Embajada de Estados Unidos en Guyana, a la que consideran un símbolo de sumisión y dependencia.
Maduro también acusó a Ali de liderar un esquema de saqueo de petróleo en una zona marítima no delimitada entre ambos países, lo que, según él, es ilegal e ilegítimo según el derecho internacional. El viernes, Ali anunció medidas para bloquear el contrabando de oro desde Venezuela, con el fin de evitar que se utilice para financiar al gobierno de Maduro.
Sin embargo, el gobierno venezolano respondió que la cooperación de Guyana con Estados Unidos no es más que una entrega servil de soberanía, y que busca convertir a Guyana en una base de operaciones contra Venezuela y contra la estabilidad de la región. Además, acusó a Ali de carecer de autoridad moral para hablar de legalidad o democracia, afirmando que rindió cuentas a sus verdaderos amos.
Venezuela ha insistido en que Guyana reconozca que el territorio en disputa, conocido como el Esequibo, es venezolano, y que la explotación de recursos en áreas marítimas no delimitadas constituye un acto de piratería moderna que no será tolerado.
Es importante resaltar que ambos países han tenido una larga historia de disputas territoriales, y que las acusaciones del gobierno venezolano hacia Ali pueden empeorar las relaciones entre los dos países. Por otro lado, la cooperación de Guyana con Estados Unidos, particularmente en el aspecto militar, ha sido criticada por Venezuela y otros países de la región.,