
La decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de revocar las visas de trabajo y turismo al grupo musical mexicano Los Alegres del Barranco, acusados de promover narcocorridos, ha vuelto a encender el debate sobre el impacto de este tipo de canciones en la sociedad mexicana. Aunque no existe una ley federal que prohíba su interpretación, diversos estados y municipios del país han establecido medidas para restringirlos y sancionar su promoción en eventos públicos.
La principal preocupación respecto a los narcocorridos es que su discurso, que glorifica estilos de vida delictivos, puede influir en la conducta de las personas, especialmente de los jóvenes. Pero, puede la revocación de visas ser una medida eficaz contra su promoción
Para Juan Carlos Ramírez-Pimienta, profesor de la Universidad Estatal de San Diego en California y especialista en el estudio de los narcocorridos, estas canciones pueden ser una fuente de información sobre la realidad mexicana, aunque también desinformación. Además, considera que las medidas de censura suelen fracasar si no se aborda el problema de fondo, que en este caso es la violencia y las condiciones que la propician.
El experto también destaca el papel de los narcocorridos como mecanismo de empoderamiento étnico y de clase social. En Estados Unidos, pueden ser una forma de resistencia para la comunidad mexicana que se siente atacada por la discriminación, mientras que en México pueden funcionar como una fantasía de ascenso social para quienes viven en condiciones de pobreza. Sin embargo, esto puede llevar a una distorsión de la realidad y a una idealización del crimen organizado.
Alex Moreno, cantautor chihuahuense y promotor del movimiento Antinarcocorridos, considera que la prohibición de los narcocorridos en eventos públicos es un paso adelante hacia la construcción de una cultura de paz. Sin embargo, también destaca la necesidad de una mayor regulación en la publicidad de estos temas y de acciones más amplias que aborden las causas estructurales de la violencia y la falta de oportunidades.
En definitiva, si bien la revocación de visas puede ser una medida simbólica en contra de los narcocorridos, es necesario abordar el problema de fondo y buscar soluciones más estructurales y efectivas. Además, es importante seguir reflexionando sobre el papel de la cultura y la música en la construcción de imaginarios sociales y en la promoción de valores éticos y morales.,