
El Laboratorio de Paz ha concluido que décadas de represión en Venezuela han llevado a la destrucción de los lazos de confianza entre las personas. Los regímenes autoritarios socavan intencionalmente esta base social fundamental, no solo con el uso de la fuerza, sino también a través de ataques contra ella. La confianza es un elemento vital para la acción colectiva y la resistencia organizada. Su ausencia lleva al aislamiento y a la inacción.
La confianza se define como una expectativa positiva sobre el comportamiento de los demás, incluso en situaciones de incertidumbre. Niklas Luhmann afirmó que la confianza reduce la complejidad del mundo social, permitiendo actuar sin tener toda la información disponible y asumiendo que otros no actuarán en contra propia. Se construye con interacciones consistentes y se debilita con traiciones o engaños. Conflictos persistentes y polarización también reducen la confianza. La desigualdad estructural, la impunidad y la corrupción institucional la socavan profundamente. Las experiencias negativas repetidas instalan una cultura de la desconfianza.
Los regímenes autoritarios promueven la desconfianza generalizada mediante la difusión de rumores de infiltración, creando divisiones, y el uso de cuentas falsas y chats para fracturar organizaciones. Esto socava su capacidad de actuar colectivamente por temor a la traición. La criminalización de la solidaridad es otra táctica utilizada para minar la confianza. Ayudar a otros se convierte en un delito, lo que aísla a quienes resisten y envía el mensaje: proteger al otro es peligroso.
También emplean la cooptación selectiva, ofreciendo prebendas a líderes para dividirlos y promoviendo la delación a cambio de beneficios o impunidad. Esto genera desconfianza horizontal y evita la consolidación de liderazgos honestos y efectivos.
La reconstrucción de la confianza en Venezuela es fundamental para la comunidad y la resistencia. Sin confianza no hay comunidad, y sin comunidad no hay resistencia. La tarea de reconstruir la confianza no es fácil, pero es esencial para el futuro del país.,