
Camila Ailén Espíndola, de 25 años, fue asesinada a tiros por su expareja mientras estaba con sus tres hijos en su hogar del barrio Nuevo Alberdi Oeste de Rosario. Pero el dolor de la familia no terminó allí, ya que, mientras velaban a la joven, desconocidos aprovecharon la situación para entrar a su casa y robar todas sus pertenencias.
La hermana de la víctima, Ludmila, relató al medio local Rosario3 que la puerta de la casa estaba abierta y que los ladrones se llevaron todo luego de que se retirara la Policía. La madre de Camila, Cristina, lamentó que, además de matar a su hija, los delincuentes hayan dejado a sus nietos sin nada, ya que se llevaron todas sus cosas.
Según el diario Rosario 3, Camila se había separado y tenía trabajo en Funes, pero su expareja, identificado como Federico Nicolás A., no estaba de acuerdo y diskutían constantemente. El viernes por la noche, Federico llegó a la casa de Camila y le disparó cuatro veces, matándola frente a sus hijos de 3, 6 y 9 años. Fue detenido el sábado tras ser visto en la localidad de Pérez, a más de 16 kilómetros del lugar del crimen.
Vecinos alertaron a la Policía y al personal de emergencias sanitarias después de escuchar gritos y disparos, pero solo pudieron confirmar la muerte de Camila en el lugar. Los investigadores descubrieron que Federico había huido, pero fue encontrado y detenido al día siguiente.
La muerte de Camila Espíndola se suma a la triste estadística de femicidios en Argentina, donde una mujer es asesinada cada 32 horas por razones de género, según cifras de la organización no gubernamental La Casa del Encuentro. La justicia deberá determinar la responsabilidad de Federico Nicolás A. en este cruel crimen y si actuó con premeditación o no.,