Las consecuencias del ataque armado en el bar Los Cantaritos de Querétaro se hacen notar en los alrededores, con sillas y mesas vacías en cantinas, bares y antros de la zona. Los encargados y empleados de estos establecimientos en el Centro Histórico de la entidad han reportado una disminución en la afluencia de clientes desde el domingo 10 de noviembre, fecha en que ocurrió la balacera que dejó 10 personas muertas y 13 heridas.
Nathan, empleado del bar Manceba, expresó su preocupación por seguir trabajando en la zona debido al riesgo de ser víctimas de la violencia que se ha desatado. Por su parte, Emmanuel Mata, dueño de la cantina El Mayor, señaló que la afluencia turística en el Centro Histórico ha disminuido notablemente en los últimos cuatro años, y temen que la masacre del bar Los Cantaritos afecte aún más a los negocios de la zona.
Además, algunos encargados de centros nocturnos han reportado un incremento en las llamadas de extorsión telefónicas, en las que los delincuentes se hacen pasar por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación CJNG y exigen importantes sumas de dinero. La Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad estatal ha proporcionado a propietarios y trabajadores un listado de números utilizados por los delincuentes para realizar estas llamadas.
Desde el domingo, alrededor de 10 bares han sido clausurados por autoridades municipales en el centro de Querétaro, incluyendo algunos de los más concurridos, por irregularidades en licencias e incumplimiento de normas de protección civil.
En cuanto a los heridos del ataque al bar Los Cantaritos, cinco de ellos han sido dados de alta y se continúa con la investigación para esclarecer los hechos. Según informes, La Flaca, presunta integrante del CJNG, habría sido el objetivo de la matanza.,