La justicia de la provincia de Córdoba ha tomado una medida sin precedentes respecto a una reclusa. Gabriela Nahir Fernández, condenada bajo su identidad masculina por agredir a su pareja, cambió de género en prisión y fue trasladada a una sección femenina del penal de Bouwer. Posteriormente, otra reclusa la acusó de haberla violado, resultando en un embarazo. Como consecuencia, Fernández fue aislada en una celda sin contacto con hombres o mujeres. El fallo, firmado el 31 de octubre, ha sido criticado por poner en riesgo los derechos de las 481 reclusas al garantizar los de Fernández.
Fernández cumplía una condena por lesiones leves calificadas y privación ilegítima de la libertad en una sección masculina, pero fue trasladada a la de mujeres en 2018 después de un cambio de género. Poco después, fue liberada condicionalmente con su nueva identificación. Sin embargo, en 2019, fue acusada por su pareja y regresó a prisión. Los investigadores notaron que la víctima la denunció con un nombre masculino, lo que generó confusión. Mientras estuvo en libertad, Fernández presentó denuncias contra su pareja utilizando su antigua identidad, y otras parejas también la denunciaron por violencia de género.
Los jueces señalaron que Fernández, quien se identifica como mujer y perteneciente al grupo LGBTI, ha convertido a sus compañeras en víctimas, abusando de ellas en la cárcel de mujeres. La situación se volvió crítica cuando Fernández fue acusada de abusar de otra reclusa, quien quedó embarazada. La justicia revisó su situación carcelaria y decidió que no podría compartir celda con hombres o mujeres. Fernández fue trasladada a otro establecimiento por acumular sanciones disciplinarias.
El fallo describe a Fernández como alguien que impuso viejos códigos carcelarios en el pabellón, usando su género binario para intimidar y manipular a otras reclusas. Fernández ha protagonizado repetidos conflictos dentro del penal y ha acumulado sanciones disciplinarias por comportamientos que alteran constantemente el orden del pabellón. La situación ha generado preocupación en las autoridades, quienes finalmente decidieron que Fernández no podría compartir celda con hombres o mujeres.,