La Policía Científica ha confirmado este martes en el juicio que el bodeguero de Cuzcurrita, Guillermo Castillo, seguía con vida cuando fue arrastrado y colocado en el baño, donde fue encontrado. Los agentes consideran improbable que una sola persona haya sido capaz de trasladar y acomodar el cuerpo en un baño de pequeñas dimensiones.
El juicio contra dos sospechosos acusados de asesinato y robo con violencia hacia el bodeguero de 78 años continúa en Logroño. La primera semana de juicio incluyó testimonios de familiares, vecinos, agentes de la Guardia Civil y diferentes expertos. Los dos acusados, de 38 y 53 años, se declaran inocentes y se acusan mutuamente del crimen.
La inspección ocular realizada en la vivienda del bodeguero reveló que la víctima recibió múltiples golpes en la cabeza sin poder defenderse, lo que indica un ataque sorpresivo. Además, se encontraron 36 manchas de sangre en el domicilio de uno de los acusados, quien afirma no haber participado en el crimen.
Agentes de la Guardia Civil han destacado numerosas contradicciones entre los acusados, incluyendo llamadas y comunicaciones sospechosas antes y después del crimen. Los expertos en criminalística también han encontrado inconsistencias en la versión del acusado sobre la cantidad de sangre, las distancias y la posición del cuerpo durante el ataque.
En caso de ser declarados culpables, la Fiscalía solicita una pena de 27 años de cárcel para cada acusado, mientras que la familia pide la prisión permanente revisable. La Fiscal también reclama una indemnización de 300.000 euros para los dos hijos de la víctima.,