Han transcurrido 48 horas desde el asesinato de Andrés Pillín Bracamonte, el ex jefe de la facción de barra brava de Rosario Central, y aún no se ha encontrado un cementerio que acepte recibir su cuerpo para el sepelio. Las autoridades locales han intentado buscar un lugar adecuado para que la familia pueda despedirse de él, pero han encontrado dificultades en cada intento.
Inicialmente, se intentó contactar con casas velatorias y cocherías en el centro de Rosario, pero todas se negaron a albergar el velorio por razones de seguridad. La familia luego expresó su deseo de cremar el cuerpo, pero la Justicia se opuso a esta solicitud, ya que se podría necesitar exhumar el cuerpo en el futuro para obtener pruebas adicionales en la investigación.
El cementerio El Salvador, ubicado en el centro de Rosario, también fue considerado como opción, pero se negaron a aceptar el cuerpo de Bracamonte, quien era buscado por los delitos de asociación ilícita y extorsión. Se espera que el cuerpo sea trasladado a Ibarlucea, un pueblo a 15 kilómetros de Rosario donde vivía Bracamonte, pero la decisión sigue demorándose.
Mientras tanto, la investigación sobre el doble asesinato de Bracamonte y Daniel Rana Attardo continúa avanzando. La hipótesis más fuerte es que el asesinato podría estar relacionado con disputas entre poderosos narcotraficantes de la región, como Los Monos y la banda de Los Menores. El fiscal Ferlazzo considera que los ataques podrían haber sido orquestados por facciones rivales de la misma hinchada, y que los problemas exceden a Rosario Central y podrían estar relacionados con otros negocios ilícitos.
La investigación también ha revelado que hubo dos cuadras sin luz en el momento del crimen, y que el servicio de alumbrado público se reanudó después de la medianoche, luego de los asesinatos. Sin embargo, se está trabajando en todas las posibilidades y no se ha descartado ninguna hipótesis en este momento.,