El brutal asesinato de Andrés Pillín Bracamonte y Daniel Rana Attardo en las cercanías del estadio Gigante de Arroyito en Rosario ha provocado conmoción y ha reavivado las preocupaciones sobre el regreso de la violencia narco en la ciudad. Los hombres, pertenecientes a la barra de Central, fueron atacados por dos sicarios encapuchados que se acercaron a pie y abrieron fuego contra su camioneta Chevrolet S10.
Según testigos, los sicarios se ocultaron en la oscuridad aprovechando el apagón de la zona y dispararon en repetidas ocasiones contra la camioneta, causando la muerte de los dos hombres. A pesar de que los testigos solo vieron a dos atacantes, la fiscalía no descarta la posibilidad de un tercer cómplice que pudo haber facilitado la fuga de los sicarios.
Las autopsias ya han sido ordenadas y la policía ha encontrado seis vainas servidas calibre 9 milímetros en el lugar del crimen. La investigación está en curso y el fiscal Alejandro Ferlazzo tiene previsto citar a varios testigos que podrían aportar información crucial sobre el caso.
La hipótesis más fuerte es que el asesinato de Bracamonte y Attardo podría estar relacionado con disputas entre poderosos narcos de la región, como Los Monos y la banda de Los Menores. Estos grupos han tenido una historia de enfrentamientos violentos en Rosario y el doble crimen podría ser un ajuste de cuentas entre facciones rivales.
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, dará una conferencia de prensa este lunes para actualizar sobre los avances en la investigación y abordar el problema del crimen organizado en la provincia. La violencia narco ha sido una preocupación constante en Rosario y la región, y el nuevo gobierno provincial ha buscado marcar un cambio en la lucha contra el crimen organizado.,