Un hombre de 35 años, nacido en Marruecos pero de nacionalidad española, ha sido arrestado por la Policía Nacional en Granada bajo la sospecha de cometer un delito de robo con fuerza. El individuo, con un largo historial delictivo y 29 detenciones previas, fue enviado a prisión después de ser acusado de robar cables de cobre de un centro de formación laboral en el distrito Norte de la ciudad.
La investigación policial comenzó cuando el gerente del centro presentó una denuncia por los daños causados en uno de los muros exteriores del edificio. Los agentes que respondieron a la llamada descubrieron que faltaban varios metros de cableado de cobre, que formaba parte del sistema de climatización del centro. El cableado había sido extraído desde una fachada, lo que requirió que el sospechoso rompiera las canaletas de plástico que lo cubrían.
Además, los policías notaron que un depósito de agua en la misma fachada había sido dañado, lo que provocó que se vaciara de su contenido. Se cree que el sospechoso escaló el muro o la valla perimetral del edificio para acceder al recinto, ya que las puertas de acceso no mostraban signos de haber sido forzadas.
Después de identificar al sospechoso y descubrir que no tenía un domicilio conocido, la policía lo buscó activamente. Unos días más tarde, una patrulla policial lo localizó en la calle y trató de detenerlo, pero el sospechoso huyó y se escondió en un bloque de apartamentos de tres plantas. Desde allí, intentó escapar colgándose de la ventana del hueco de la escalera, pero un agente logró evitar que cayera desde una altura de aproximadamente 15 metros. Finalmente, el individuo fue detenido en el rellano, donde opuso una fuerte resistencia.,