El abuelo de Aralí Vivas, la niña de 8 años asesinada en la localidad cordobesa de Brinkmann, ha revelado que en la casa donde vivía su nieta se llevaban a cabo fiestas con drogas y alcohol. Omar Rauch, abuelo de la víctima, habló sobre el avance de la investigación y la detención de Rocío Milagros Rauch, madre de la niña, Matías Ezequiel Simeone, padrastro, y Cristian Hernán Varela, amigo de Simeone.
Rauch también se refirió a la posibilidad de que Aralí haya sido violada y asesinada, aunque los investigadores aún no han confirmado esta información. Además, expresó su dolor por el crimen y su sospecha de que tanto Simeone como Varela están involucrados en el mismo.
La autopsia de Aralí aún está en proceso, y algunos órganos fueron enviados a Córdoba para un análisis más detallado. La niña había sido restituida a su madre y padrastro en agosto de este año por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia SENAF, a pesar de los problemas de adicción y maltrato previos.
El abuelo de Aralí también habló sobre el ambiente en el que se crió su nieta y dijo que sabía de las fiestas negras que se llevaban a cabo en la casa. Aunque no tenía información sobre lo que ocurría dentro de la casa, dijo que había drogas y posiblemente alcohol.
Rauch también se refirió a la adicción de su hija y dijo que ella había estado rehabilitada por un tiempo. Sin embargo, la falta de apoyo familiar y la lucha por la cuota alimentaria de sus hijos la habían llevado a una situación difícil.
El crimen de Aralí Vivas ha conmocionado a la comunidad de Brinkmann y ha dejado a su familia y seres queridos en duelo. La investigación continúa y se espera que los responsables sean llevados ante la justicia.,