En los últimos años, la facción de Los Chapitos, integrada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y sus sicarios, ha ganado notoriedad dentro del Cártel de Sinaloa gracias al tráfico de grandes cantidades de fentanilo. No obstante, la detención de Ismael El Mayo Zambada ha sumido a Culiacán en una ola de violencia.
El ascenso de Los Chapitos no se debe a una simple cuestión de herencia, sino a una sólida estructura criminal que abarca desde proveedores extranjeros de sustancias químicas peligrosas hasta sanguinarios sicarios. Esta organización ha convertido a Sinaloa en un campo de batalla para eliminar a sus principales enemigos.
Tras la extradición de El Chapo en 2017, se pensaría que él estaría detrás del poder de sus hijos; sin embargo, los dejó una mesa servida para que continuaran y expandieran el legado criminal de la familia Guzmán. Aunque el camino al poder de los hijos de El Chapo no fue fácil, tuvieron que enfrentar a enemigos heredados y a la inestabilidad del cártel.
En una entrevista con la periodista Anabel Hernández, El Mini Lic reveló detalles sobre la personalidad de Los Chapitos: Iván, el ostentoso; Alfredo, el violento; Joaquín, el inteligente; y Ovidio, el sumiso. Iván Archivaldo, supuestamente el líder del grupo, ha tenido que mejorar su relación con sus hermanos para mantener el control del cártel.
La guerra dentro del cártel de Sinaloa por el control del tráfico de drogas ha dejado a su paso una estela de violencia y muerte. Los enfrentamientos entre facciones y la lucha por el poder han convertido a Sinaloa en un estado sitiado por la violencia y la inseguridad. La situación es compleja y no parece haber una solución a la vista, mientras las autoridades mexicanas y estadounidenses continúan su lucha contra el narcotráfico y sus organizaciones.,