La tarde del miércoles, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se confirmó el fallecimiento de Liliana Guadalupe, una niña de 12 años que había sido reportada como desaparecida. La menor, originaria de Berriozabal, solía vender dulces en las calles de la capital chiapaneca para ayudar a su familia económicamente.
Fue el miércoles cuando se llevaron a cabo cateos en al menos tres viviendas del Barrio Colón, en el Norte Poniente de Tuxtla Gutiérrez, luego de que se rumorara que la niña podría estar en alguna de ellas. Desafortunadamente, el cuerpo de la menor fue encontrado en uno de los domicilios investigados.
La noticia de su fallecimiento causó conmoción entre los vecinos del barrio, quienes se reunieron para exigir justicia y mostrar su indignación por la situación de violencia que se vive en la entidad. Algunos vecinos incluso colocaron veladoras en memoria de la niña.
La tía de la menor, Iris, expresó su arrepentimiento por haber permitido que la niña saliera a vender dulces, y señaló que nunca imaginaron que algo así le pudiera pasar. Por su parte, la vecina Verónica lamentó los hechos y señaló que esto demuestra la falta de seguridad en la zona.
Las autoridades chiapanecas ya han iniciado una investigación para dar con el o la responsable de este crimen y hacer justicia por Liliana. Este trágico suceso se suma a la ola de violencia que ha afectado recientemente a la iglesia en Chiapas, luego del asesinato de un sacerdote en Lerdo.,