El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue sentenciado a pasar 39 años en prisión por su participación en una vasta red de narcotráfico entre México y Estados Unidos. Durante su audiencia de sentencia, García Luna, vestido con traje y corbata, negó enfáticamente las acusaciones y afirmó su inocencia. Sin embargo, un jurado de Brooklyn, Nueva York, lo había encontrado culpable previamente de cinco cargos relacionados con el tráfico de cocaína y mentir a las autoridades estadounidenses.
García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, fue acusado de permitir el paso libre de cocaína colombiana a través de México hacia Estados Unidos mientras era funcionario federal. A pesar de su negativa, el juez Brian Cogan lo consideró culpable y lo sentenció a 39 años de prisión, junto con una multa de 2 millones de dólares.
La fiscalía estadounidense describió a García Luna como un criminal de alto perfil y lo comparó con el cofundador del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán. Saritha Komatireddy, una funcionaria estadounidense, lo calificó como peor que El Chapo, afirmando que García Luna permitió su existencia y actuó como un colaborador activo de la organización criminal.
A pesar de la dura sentencia, el juez Cogan expresó su deseo de dar algo de luz al final del túnel y no impuso la pena de prisión de por vida. García Luna fue escoltado por agentes del Servicio de Marshalls de EU después de la sentencia, mientras su esposa e hija lo observaban desde el público.
El Departamento de Justicia celebró la sentencia, afirmando que García Luna había traicionado la confianza pública y había desatado una violencia incalculable en México y Estados Unidos. Anne Milgram, de la Administración para el Control de Drogas DEA, subrayó que la sentencia contra García Luna enviaba un mensaje claro a los líderes corruptos de todo el mundo que utilizan sus posiciones para ayudar a los cárteles.
El ex presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró que nunca tuvo evidencia verificable de que García Luna estuviera involucrado en actividades ilícitas, pero respetaba la acción de los tribunales y creía que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias. Mary Sainz, esposa de Israel Vallarta, quien lleva más de 18 años preso sin una condena, consideró que la sentencia no fue suficiente y que México les debía a las víctimas justicia.,