Ayer, Juan Carlos Alfonso Cetina, director general de la recientemente establecida Licorera de Boyacá, asistió a una audiencia pública en la Sala Plena de la Corte Constitucional de Colombia. En este evento, gerentes de licoreras, gobernadores y particulares presentaron sus discursos sobre la gestión del monopolio de bebidas alcohólicas por parte de los departamentos. La reunión fue convocada para discutir la Ley 1816 de 2016, que regula el monopolio rentístico de la comercialización de licores, la cual ha desatado una controversia entre las licoreras de Caldas y Antioquia, principalmente, que buscan vender sus aguardientes en todo el país sin restricciones.
Actualmente, cada departamento solo puede vender el aguardiente producido localmente, pero las licoreras de Caldas y Antioquia desean cambiar esta norma. Durante su intervención, Alfonso Cetina argumentó que eliminar el monopolio perjudicaría a la mayoría de las licoreras departamentales, como la de Boyacá, ya que pequeñas fábricas no podrían competir con las de Caldas, Antioquia y Cundinamarca.
Para ilustrar su punto, Alfonso Cetina comparó la producción de la Nueva Licorera de Boyacá, que produce 1,2 millones de botellas al año, con la de la Fábrica de Licores de Caldas, que produce 40 millones de unidades anualmente. Además, señaló que, incluso en el caso de los rones, que se pueden vender libremente en todo el país, solo la Licorera de Antioquia está patrocinando bares en Tunja, ofreciéndoles 20 o 30 millones de pesos al mes a cambio de vender exclusivamente sus rones.
En conclusión, Alfonso Cetina advirtió que declarar inexequible el artículo 28 de esta ley sería equivalente a enterrar a la mayoría de las licoreras del país y dejar solo tres fábricas. Esperamos que la apelación de Alfonso Cetina haya surtido efecto y se tenga en cuenta la importancia de mantener el monopolio para la supervivencia de las licoreras departamentales.,