La violencia en el fútbol, especialmente en Europa, ha aumentado significativamente en las últimas semanas, aunque no es un problema nuevo en la liga francesa. Los incidentes violentos se han vuelto más frecuentes, especialmente en España, donde los clubes de fútbol han experimentado diversos problemas.
El derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid fue interrumpido durante 20 minutos después de que los aficionados del Atlético lanzaran objetos al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois. Algunos de los aficionados involucrados llevaban pasamontañas para evitar ser reconocidos.
En otro partido de la Europa League, entre la Roma y el Athletic, se lanzó una bengala desde la zona de los seguidores vascos hacia el público local. El partido se detuvo para verificar que no hubiera daños personales. Los jugadores y el club del Athletic condenaron enérgicamente este comportamiento.
En el partido Real Sociedad-Anderlecht, el juego se detuvo después de que los seguidores del Anderlecht lanzaran objetos a los locales. Cinco hinchas belgas fueron detenidos. Los jugadores del Anderlecht fueron aplaudidos por sus seguidores al final del partido, lo que provocó la ira de algunos jugadores de la Real Sociedad.
Durante el partido Girona-Feyenoord, se lanzó una botella con bebida desde la grada visitante que impactó en un niño seguidor del Girona. La UEFA sancionó al FC Barcelona con 10.000 euros de multa y la prohibición de vender entradas a sus seguidores para el próximo desplazamiento europeo por una pancarta exhibida en el Mónaco-Barça con tintes nazis.
La violencia y los comportamientos inapropiados en los estadios de fútbol siguen siendo un problema grave en Europa. Las autoridades y los clubes deben tomar medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los aficionados y los jugadores y para prevenir este tipo de comportamientos violentos y ofensivos.,