La trágica noticia sigue sacudiendo a la comunidad de San Luis, luego del asesinato de Bautista Funes y Sofía de La Rocha, dos pequeños hermanos de 2 y 7 años, a manos de su propia madre, la oficial de policía Marina Silva. A medida que avanza la investigación, surgen nuevos detalles que sugieren una hipótesis económica como posible motivo de la tragedia.
La fiscal a cargo del caso, María del Valle Durán, informó a La Gaceta Digital que, durante el examen de la escena del crimen, se encontró una nota escrita en el cuaderno escolar de uno de los niños, en la que la acusada pedía disculpas y mencionaba tener numerosas deudas. Además, Silva expresó su deseo de no dejar una carga financiera a nadie y querer estar con sus hijos, según declaró la funcionaria judicial.
Antes de intentar huir, la imputada dejó dos carteles en las puertas de la vivienda, uno que decía no entres y otro que instaba a llamar a la Policía. El padre de Silva confirmó al mismo medio que su hija atravesaba una difícil situación económica y que tanto él como sus hermanos le habían prestado dinero y tarjetas de crédito. Además, el hombre reveló que el padre de uno de los hijos de Silva había sufrido un grave accidente laboral, lo que retrasó el pago de la manutención y agravó aún más su precaria situación financiera.
El doble asesinato ocurrió en la madrugada del martes entre las 5 y las 6 de la mañana en el barrio Los Fresnos de Juana Koslay. Los niños fueron asesinados mientras dormían, con almohadas sobre sus cabezas y disparos realizados por su propia madre. Tras cometer el crimen, Silva fue detenida cuando intentaba quitarse la vida a orillas del dique Cruz de Piedra.
Después de descubrir los cuerpos de los niños, la policía desplegó un operativo de búsqueda y encontró a Silva poco después, llorando y pidiendo perdón por lo que había hecho. La mujer también llamó a la comisaría 34 donde prestaba servicios y se fue del lugar, dejando la puerta abierta para que pudieran entrar los efectivos. La sospechosa fue detenida y permanece bajo custodia.
Esta historia conmovedora ha conmocionado a la comunidad de San Luis y ha puesto en evidencia la necesidad de abordar los problemas económicos y de salud mental que pueden llevar a una persona a cometer actos terribles.,