El Gobierno chino se enfrenta a un difícil reto para mantener su economía estable y evitar consecuencias graves. Actualmente, China es la primera potencia económica mundial en términos de PIB, pero se enfrenta a una delicada situación financiera. Por un lado, el país está experimentando una crisis económica con riesgo de parálisis debido a la deflación, como informamos la semana pasada. Sin embargo, sorprendentemente, las acciones chinas han experimentado un aumento récord en lo que va de 2024, tal como se observa en el gráfico del índice SSE Composite de la Bolsa de Shanghái.
Para combatir la deflación, el Gobierno chino ha recortado las tasas de interés, lo que ha añadido más de 140.000 millones de dólares en liquidez al sistema financiero. Además, el Estado ha comprado bonos por un valor de 28.500 millones de dólares en los últimos 30 días y ha reabierto bonos soberanos especiales ultra largos. Aunque estas medidas están diseñadas para reactivar la economía y evitar una espiral deflacionaria, también conllevan riesgos significativos, especialmente en términos de devaluación del yuan, la moneda china.
Un aumento excesivo de la oferta monetaria puede desestabilizar el valor de la moneda local, lo que podría generar presiones inflacionarias internas y afectar la competitividad internacional de China. Una moneda más débil aumentaría los costos de producción para las empresas chinas que importan materias primas o tecnología del extranjero, reduciendo sus márgenes de ganancia o haciendo que los productos chinos sean menos atractivos en los mercados globales.
Además, el exceso de liquidez en China no solo está afectando su economía interna, sino que también está teniendo un impacto global. Las políticas de un gigante económico como China tienden a expandirse rápidamente a los mercados internacionales, impulsando a los mercados financieros internacionales y llevando a algunos activos, como el oro y bitcoin, a cotizar cerca de máximos históricos.
Bitcoin, a menudo denominado oro digital, se perfila como un importante beneficiario de esta dinámica global, especialmente en escenarios de expansión monetaria como el actual. La historia reciente demuestra que, en épocas de exceso de liquidez, el precio de bitcoin ha tendido a subir significativamente. Por lo tanto, el escenario actual crea las condiciones ideales para que bitcoin continúe consolidándose como un refugio de valor digital.,