El Girondins de Burdeos, un equipo glorioso con seis títulos de la liga francesa en su palmarés, se enfrenta a una difícil situación financiera que lo ha llevado a declararse en bancarrota durante el verano y a ser relegado a la cuarta división del fútbol galo. La crisis del club comenzó con la pandemia y se agravó cuando el equipo descendió de la Ligue 1 al término de la temporada 2021-2022, tras tres décadas consecutivas en la máxima categoría del fútbol francés.
La situación es tan crítica que, a pesar de la fiel asistencia de sus seguidores al estadio, el equipo se encuentra en la penúltima posición de la cuarta división. Algunos de sus fichajes recientes han sido jugadores retirados o futbolistas de renombre que atraviesan un momento difícil en su carrera, como Andy Carroll.
En el último partido que disputó el equipo en la Copa de Francia, y que ganó por un contundente 5-0, se vio obligado a alinear al portero suplente Over Mandanda, hermano menor del mítico Steve Mandanda, como centrocampista debido a las limitaciones de la plantilla.
La pesadilla del Girondins de Burdeos continúa y su futuro es incierto, pero sus aficionados siguen apoyando al equipo con entusiasmo, esperando que el club pueda superar esta difícil situación y regresar a la élite del fútbol francés. Mientras tanto, el equipo deberá seguir luchando y buscando soluciones creativas para mantenerse a flote en la cuarta división.,