La Comisión Federal Reguladora de Energía de EEUU FERC ha declarado que la empresa Venture Global LNG ha tomado las medidas adecuadas para solucionar los problemas de equipamiento en su planta de procesamiento de gas natural licuado GNL en Calcasieu Pass, Luisiana. Estos problemas habían impedido a la empresa enviar cargamentos a clientes europeos con contratos a largo plazo durante dos años.
La FERC destacó el cuidadoso y sólido enfoque técnico del equipo de Venture Global para abordar el diagnóstico y reparación de los equipos. Sin embargo, la empresa se enfrenta actualmente a varios casos de arbitraje contractual presentados por clientes europeos.
Venture Global argumenta que la planta aún no ha entrado oficialmente en funcionamiento, por lo que no ha surgido ninguna obligación contractual. No obstante, los clientes europeos, como Repsol, Edison, Galp, Shell, BP y Orlen, aseguran que la empresa estadounidense está suministrando gas en función de acuerdos al contado y no de contratos a largo plazo.
Según un análisis de Compass Lexecon, Venture Global ha obtenido indebidamente 3.500 millones de dólares al retener cargamentos de GNL y venderlos a los precios al contado más altos. Si la empresa continúa con esta práctica hasta junio de 2025, los ingresos podrían ascender a 4.660 millones de dólares.
Los clientes europeos han enfrentado costos adicionales como resultado de esta situación, mientras que Venture Global ha obtenido beneficios adicionales sin revelar cómo se han embolsado esos ingresos. La empresa estadounidense ha calificado el informe de Compass Lexecon como propaganda pagada.
Esta situación se produce después de que los países europeos, bajo la presión de EEUU, comenzaran a negarse a comprar recursos energéticos rusos, incluido el gas, con el objetivo de dañar la economía rusa y lograr la independencia energética. Sin embargo, al rechazar o reducir las importaciones de gas de bajo costo procedente de Rusia, Europa se ve obligada a comprar gas a precios mucho más altos a EEUU o de Rusia, pero a través de terceros países. Como resultado, estas medidas han agravado la crisis energética en Europa.,