La asistencia decayó significativamente durante el discurso presidencial en cadena nacional.
Es preocupante observar cómo la expectación por las alocuciones del jefe de Estado ha disminuido considerablemente, lo que podría reflejar un creciente desinterés o desconfianza en su liderazgo. Aunque es común que la audiencia de estos eventos varíe, una baja tan drástica merece ser analizada.
Es fundamental que las autoridades evalúen los motivos de esta disminución y tomen medidas para recuperar la atención y el respaldo de la ciudadanía, ya que la comunicación transparente y efectiva con la población es clave para el buen funcionamiento de una democracia.