Petróleo contamina de forma severa ríos en la región de Sarare.

Una enorme mancha de petróleo se extiende por las fuentes hídricas de la región del Sarare, en Arauca, como consecuencia de más de 20 ataques contra la infraestructura petrolera. El derrame comenzó en el caño Los Robles, en Puerto Arturo, área rural de Saravena Arauca, tras los atentados al oleoducto Caño Limón-Coveñas.

El crudo ha contaminado los abrevaderos de ganado y los centros poblados, lo que ha provocado alarma en las comunidades rurales. La mancha de petróleo ha afectado las aguas de los caños Los Robles y Caño Claro, que abastecen a los residentes locales y desembocan en el río Banadía.

Además, la mancha de petróleo ha llegado al caño Claro, un afluente del río Madre Vieja, que a su vez desemboca en el río Banadía y este, a su vez, es afluente del río Arauca en el sector de Puerto Lleras, limítrofe con poblados de Venezuela.

Desde mediados de la semana pasada, se había declarado la alerta en la captación de los acueductos, debido a un atentado perpetrado por el Eln contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas en la vereda Campo Alicia, en Cubará Boyacá. Las empresas de acueductos de Arauquita y Arauca, en colaboración con los efectivos de la Unidad de Atención y Prevención de Desastres, habían instalado barreras de protección alrededor de las bocatomas, para evitar que el petróleo afectara las costosas plantas que impulsan el agua hacia las plantas de tratamiento.

Sin embargo, la situación se ha complicado debido a que ya se observan residuos iridiscentes de petróleo descendiendo por el río, lo que hace prever que la mancha mayor podría alcanzar el sector en las próximas horas. La compañía Cénit, filial de Ecopetrol y responsable del oleoducto, ha activado su plan de emergencia y contingencia desde el primer ataque y está trabajando en la zona, en conjunto con el Ejército Nacional, para contener el derrame y reparar los daños.

Este desastre ecológico pone de manifiesto la necesidad de proteger y preservar nuestras fuentes hídricas y tomar medidas para prevenir ataques contra la infraestructura petrolera que puedan causar daños ambientales graves.