El individuo central en el Caso Arcano, el hombre de negocios Alberto Chang, ha roto su silencio desde su encarcelamiento en Malta, donde ha estado residiendo desde 2016, después de huir de Chile tras el estallido de un caso de estafa en su contra. En una entrevista con Informe Especial, Chang declaró que su empresa nunca fue una estafa piramidal y que incluso tiene un fideicomiso inaccesible de 100 millones de dólares, con los que podría pagar a sus acreedores. Este fideicomiso, debido a cuestiones de seguridad, solo puede ser desbloqueado personalmente y como Chang no ha podido salir de Malta, no ha podido acceder a él, según sus propias palabras.
Además, Chang defendió su empresa, Grupo Arcano, señalando que tenían oficinas en Estados Unidos y Chile, y que realizaron inversiones reales. Durante 15 años, nuestra empresa creó empresas reales en Chile, oficinas en Estados Unidos, inversiones reales y documentadas, con Snapchat, Uber, entre otras, dijo. Chang insiste en que no es un estafador y que lo importante son los hechos.
En cuanto a las pérdidas millonarias de aquellos que confiaron su dinero en él, Chang afirma enfáticamente que es parte de realizar una inversión de riesgo. La gente que invirtió con nosotros debe ser un inversionista calificado, por lo que firman un documento antes de invertir. Si la persona que invirtió no tiene apetito de riesgo, no es un inversionista calificado, y por lo tanto, nunca debió haber invertido con nosotros. Esta siempre fue una inversión de riesgos, comenta.
Sin embargo, el fiscal a cargo del caso, Felipe Sepúlveda, reiteró que se trata de una estafa dolosa y de malas inversiones. Creemos que sin duda esto fue una estafa dolosa. Creemos que provocó un perjuicio del orden de los 100 millones de dólares a todas las víctimas en su conjunto, indicó el persecutor. Uno podría pensar que no hubo estafa si es que hago la inversión y me va mal. Este no fue el caso, añadió.
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