La actual vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, está intentando distanciarse de su historial como una política de tendencia izquierdista, pero un medio de comunicación con sede en la capital del país argumenta que esta estrategia será difícil de mantener debido a la abundancia de evidencia de su trayectoria como una senadora de California con una postura muy liberal.
De acuerdo con el sitio Voteview, operado por la Universidad de California, Harris fue calificada como más liberal que el 99% de los miembros del Senado durante su mandato de 2017 a 2021. A pesar de que ahora está haciendo campaña como una candidata moderada, su historial económico no respalda esta etiqueta. Durante su tiempo en el Senado, Harris se posicionó en la extrema izquierda de un Partido Demócrata que ya se movía hacia la izquierda.
El medio también advierte sobre el cambio discursivo e ideológico de Harris desde que se convirtió en la compañera de fórmula del presidente Biden. La campaña de Harris está siendo consciente de la necesidad de conectar con los votantes de los estados indecisos, que son mayoritariamente blancos, de clase obrera y con baja educación universitaria, y por lo tanto, no está haciendo énfasis en su historial de votación progresista como vicepresidente ni en las leyes que copatrocinó mientras estuvo en el Senado.
En su discurso de campaña en Pittsburgh, Harris prometió apoyar a los pequeños negocios, luchar por la clase media e implementar políticas para frenar la inflación y el aumento de precios, confirmando su giro por una plataforma más centrista en lugar de progresista. Sin embargo, su historial de votación progresista en el Senado, especialmente en temas como la inmigración ilegal, podría ser un desafío para su candidatura, especialmente si se compara con sus promesas de campaña de ser dura en materia de seguridad fronteriza.