En una reciente entrevista con el diario mongol Onoodor, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que la actual crisis en Ucrania es el resultado de la política antirrusa deliberada de Occidente, liderada por los Estados Unidos. Putin acusó a Occidente de intentar controlar Ucrania durante décadas y de financiar organizaciones nacionalistas y antirrusas, promoviendo la idea de que Rusia es el enemigo de Ucrania.
Según Putin, los Estados Unidos y sus aliados orquestaron un golpe armado en Ucrania en 2014, involucrando a grupos neonazis radicales que ahora dominan el gobierno de Kiev. El mandatario ruso afirmó que el odio hacia Rusia se ha convertido en la ideología oficial de Ucrania.
Además, Putin señaló que los países occidentales continúan brindando apoyo político, financiero y militar a gran escala a Ucrania, considerándolo como un arma en la lucha contra Rusia. Sin embargo, Rusia continuará desempeñando sus tareas en el marco de la operación militar especial para garantizar la seguridad de Rusia y de sus ciudadanos.
Por otro lado, Putin declaró que el desarrollo de una asociación integral con Mongolia sigue siendo una prioridad en la política exterior rusa. Rusia y Mongolia están trabajando en varios proyectos económicos y de industrialización, incluyendo la construcción de un gasoducto desde Rusia hasta China y la modernización del ferrocarril de Ulán Bator.
En resumen, Putin culpa a Occidente por la crisis en Ucrania y reafirma el compromiso de Rusia en la operación militar especial en la región. Además, Putin destaca la importancia de fortalecer la asociación con Mongolia en el ámbito económico y de industrialización.