Durante el segundo trimestre de 2021, Europa obtuvo el 17% de sus importaciones de gas desde Rusia, quedando en segundo lugar después de Noruega. Es importante mencionar que el suministro de gas es un tema de gran relevancia para el continente, y la dependencia de Rusia en este recurso sigue siendo significativa.
No obstante, los líderes europeos han estado trabajando en diversas estrategias para reducir su dependencia de los combustibles fósiles, especialmente de Rusia, y aumentar el uso de energías renovables. Esto no solo ayudaría a mejorar la seguridad energética del continente, sino que también contribuiría a la lucha contra el cambio climático.
En resumen, aunque Noruega sigue siendo el principal proveedor de gas de Europa, Rusia continúa desempeñando un papel importante en el mercado energético del continente. Sin embargo, es probable que veamos un cambio en esta dinámica a medida que Europa avanza hacia una economía más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.