Además, el individuo fue observado arrojando objetos a los agentes de la ley y a una mezquita, y tratando de bloquear un vehículo policial que intentaba atravesar la concentración de personas.
Es alarmante ver este tipo de comportamiento violento e irracional. La agresión hacia las fuerzas del orden y los lugares de culto es inaceptable y debe ser condenada enérgicamente. Es crucial que nos esforcemos por mantener la paz y el respeto en nuestras comunidades, especialmente en momentos de tensión.