Hace años, Luis Fernando Iribarren, también conocido como el carnicero de Giles, confesó su pesar por haber visto un rifle en un momento crucial. Iribarren fue sentenciado a prisión perpetua en 2002 por asesinar y enterrar a su familia en 1986, pero recientemente se fugó durante una salida transitoria.
Iribarren era descrito como una persona normal y amable por sus compañeros de colegio y allegados. Sin embargo, los psicólogos que lo evaluaron durante el juicio lo definieron como alguien narcisista, omnipotente y paranoico. En 1986, mató a su padre, madre, y dos hermanos menores.
La tía de Iribarren, Alcira, desapareció en 1995 y fue reportada muerta por él, quien afirmó que ella había fallecido en un hospital de Buenos Aires. Sin embargo, la policía comenzó a sospechar cuando recibió una llamada al 911 reportando un olor nauseabundo en la casa de Iribarren. Al investigar, encontraron el cuerpo de Alcira con dos hachazos en la cabeza.
Después de confesar el asesinato de su tía, Iribarren reveló que había encontrado la carabina en su casa y, sin pensarlo, había matado a su familia mientras cenaban. En 2002, fue condenado a prisión perpetua por los cinco crímenes. Sin embargo, este jueves, Iribarren salió de la cárcel con permiso para realizar un curso en la Facultad de Ciencias Económicas, pero no regresó. Las autoridades lo buscan activamente para determinar qué salió mal y encontrar su paradero.