El Comando Sur de los Estados Unidos, históricamente vinculado con la Doctrina Monroe, ha manifestado su intención de dar lecciones de democracia en América Latina y el Caribe. La jefa de este comando, al participar en la Conferencia Sudamericana de Defensa en Chile, ha cuestionado la legitimidad del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y ha acusado al mandatario de socavar la voluntad democrática del pueblo venezolano.
Ante estas declaraciones, el canciller venezolano, Yván Gil, ha respondido en redes sociales y ha tachado las palabras de la alta militar estadounidense de ridículas amenazas, que no contribuyen a calmar la situación interna de Venezuela.
Es importante recordar que en las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela el pasado 28 de julio, Nicolás Maduro resultó reelecto por la coalición Gran Polo Patriótico con el 51,95% de los votos, mientras que su contendor más cercano, Edmundo González, obtuvo el 43,18% de los sufragios. Sin embargo, la opositora Plataforma Democrática Unitaria ha desconocido los resultados y ha difundido actas del Consejo Nacional Electoral que, según ellos, demostrarían que González fue el ganador de los comicios.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha admitido el recurso contencioso electoral interpuesto por el presidente Maduro y ha iniciado una investigación sobre las elecciones, para lo cual ha citado a los diez candidatos que participaron en los comicios. El 22 de agosto, el TSJ aseguró que, tras el proceso de peritaje, se concluyó que los boletines emitidos por el Consejo Nacional Electoral coinciden plenamente con los registros de las bases de datos de los centros nacionales de totalización, lo que convalida los resultados que dieron a Maduro como ganador de las elecciones para el período 2025-2031.
En definitiva, las declaraciones del Comando Sur de los Estados Unidos sobre la situación interna de Venezuela no parecen tener en cuenta los resultados oficiales de las elecciones y la investigación en curso del Tribunal Supremo de Justicia. Por lo tanto, resultan poco constructivas y no contribuyen a la estabilidad y la paz en la región.