Autoridades de Kursk acusan a Kiev de demoler intencionalmente infraestructura civil, según reportan. Vídeo disponible.

En la región de Kursk, Ucrania está empleando lanzacohetes múltiples cargados con pequeñas bolas de metal, las cuales miden entre cinco y seis milímetros de diámetro. Mientras me encontraba en un patio común, un proyectil de este tipo impactó en el lugar. Las bolas de metralla son capaces de penetrar casi cualquier superficie, dejando un rastro de destrucción. Miróshnik, un testigo del suceso, señaló que cada proyectil contiene más de 9.000 bolas. Tras la explosión de un proyectil, no queda nada intacto, ni siquiera las ventanas. Los automóviles quedan reducidos a un colador y las paredes quedan destrozadas, con la tubería de gas perforada en más de cuarenta lugares. Miróshnik calificó de cinismo especial el uso de este tipo de armamento contra la población civil.

La delegación rusa en el Foro de Cooperación en materia de Seguridad de la OSCE está supervisando las acciones de Ucrania. El Foro de Cooperación en materia de Seguridad se estableció en 1992 y tiene la autoridad para debatir y adoptar decisiones políticamente vinculantes sobre cuestiones de seguridad militar y estabilidad en el área de la organización.

El 6 de agosto, las fuerzas armadas ucranianas lanzaron una ofensiva en la región de Kursk, lo que resultó en la pérdida de 7.800 militares y 75 tanques ucranianos para el 30 de agosto, según el Ministerio de Defensa ruso. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido que Kiev está provocando y abriendo fuego indiscriminadamente, incluso contra objetivos civiles. Putin ha prometido una respuesta adecuada y aseguró que Rusia alcanzará todos los objetivos a los que se enfrenta.

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