El pasado sábado, un trágico suceso sacudió al Hospital Distrital de Coronel Bogado, en Paraguay, cuando una niña de apenas dos años y cuatro meses fue llevada por tres miembros de su familia. Los parientes afirmaron que la menor se había desmejorado después de la comida, pero los médicos descubrieron que la bebé había fallecido hace más de cinco horas y presentaba indicios de abuso sexual.
La pequeña fue trasladada a un centro médico, pero ya había muerto. La autopsia realizada en Asunción confirmó la agresión, lo que llevó a la detención de los padres de la niña, Gilberto de 21 años y Elena de 24, así como su abuela materna, Jorgelina. Además, Ángela García, de 65 años, dueña de un local nocturno, y su empleado, Rolando Antonio Flores Arrúa, de 38, también fueron arrestados en relación con el caso.
Según los vecinos, García y Flores Arrúa sabían que la bebé ya había fallecido y que fue García quien pagó el taxi en el que los familiares de la víctima viajaron al hospital de Bogado. El fiscal Rodolfo Colmán, a cargo de la investigación, sugirió que la niña podría no ser hija de los detenidos y que podrían haberla dejado a cargo de amigos mientras trabajaban en Argentina.
Las declaraciones de los padres de la niña fueron contradictorias. El padre declaró que la niña ya se encontraba débil cuando llegó a casa el sábado al mediodía y que su pareja le dijo que la menor tenía pus y sangre en el pañal. La madre, por su parte, afirmó que se sorprendió al enterarse de la agresión y que nunca esperó que el padre de la niña pudiera hacerle daño.
La autopsia reveló lesiones en el cuello y los genitales de la bebé, lo que llevó al fiscal a ordenar las detenciones. La presunta madre de la víctima declaró que la niña se desmayó el sábado por la tarde y que, cuando despertó, le dijo que le dolía. La menor falleció en el camino al hospital. El padre ha sido acusado de abusar sexualmente de su hija.