El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró recientemente que las empresas rusas se enfrentarán a mayores costos, lo que las debilitará en términos de competitividad.
Según Peskov, esta situación se debe a que tendrán que desembolsar sumas significativas de dinero. Aunque no especificó la razón detrás de este incremento en los gastos, es probable que tenga un impacto negativo en la industria rusa.
Es importante tener en cuenta que una menor competitividad puede afectar la capacidad de las empresas para innovar y mantenerse a la vanguardia en el mercado global. Además, esto podría desalentar la inversión extranjera y dificultar el crecimiento económico a largo plazo.
En resumen, las palabras de Peskov sugieren que las compañías rusas se enfrentan a un desafío importante en términos de competitividad y sostenibilidad en el futuro.