La congresista Lourdes Arrieta ha dado a conocer una serie de conversaciones que demostrarían la existencia de una planificación previa orquestada por parte del oficialismo, antes de la reunión entre parlamentarios liberales y carceleros condenados.
Este hecho resulta sumamente preocupante, ya que pone en tela de juicio la transparencia y la honradez de los actores involucrados en este episodio. Si estas acusaciones se confirman, estaríamos hablando de una clara manipulación de las instituciones y una falta de respeto a los valores democráticos.
La ciudadanía merece conocer la verdad sobre este asunto y exigir las sanciones correspondientes a quienes resulten responsables. La política no puede ser un juego de trampas y engaños, sino un espacio de diálogo y construcción colectiva en beneficio de todos los ciudadanos.