El Ejército mexicano y la Guardia Nacional han incautado 28 armas largas, incluyendo un fusil Barret calibre 0.50 y una ametralladora Minimi calibre 5.56 mm, además de más de 12 mil 500 cartuchos, cargadores, equipo táctico y un vehículo en el municipio de Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán. Este hallazgo se llevó a cabo durante la tarde del lunes 26 de agosto, cuando los efectivos realizaban patrullajes terrestres en la zona y descubrieron un automóvil abandonado con un compartimento secreto que contenía el armamento.
En otro tema, se ha reportado que un agente de la Guardia Nacional fue atacado en su hogar, donde los atacantes robaron a su esposa e hijas.
El armamento y otros materiales incautados han sido entregados a la Fiscalía General de la República en Uruapan, Michoacán, para continuar con las investigaciones correspondientes. Este aseguramiento es parte de los esfuerzos del gobierno federal para combatir el tráfico de armas en México y reducir la violencia en áreas con alta presencia del crimen organizado.
Desde el inicio del actual sexenio, las fuerzas federales han incautado un total de 25 mil 918 armas largas, superando la cifra de 23 mil 348 fusiles y escopetas aseguradas durante el sexenio anterior.
Por otra parte, el fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, informó que grupos criminales rivales están luchando por el control de la región costera de Michoacán debido al tráfico de cocaína. Esta disputa territorial desencadenó un enfrentamiento armado el fin de semana, resultando en la muerte de siete policías comunitarios en el municipio de Coahuayana.
López Solís también mencionó que los grupos criminales están bajo presión debido a las acciones operativas de la Secretaría de Marina para impedir el tráfico de drogas y los aseguramientos realizados en la zona. A pesar de estos esfuerzos, la violencia en Michoacán sigue siendo una preocupación, ya que los grupos criminales continúan luchando por el control del territorio.