Han transcurrido 42 días desde la misteriosa desaparición de Luciana Muñoz, quien fue vista por última vez cuando se dirigió a la casa de un amigo en Neuquén. Recientemente, la Policía provincial detuvo a su exnovio, Maximiliano Avilés, luego de que el fiscal Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez lo imputaran por falso testimonio. Esta acusación se deriva de la sospecha de que Avilés habría mentido en sus declaraciones oficiales, lo que habría entorpecido la investigación sobre el paradero de Muñoz.
La fiscalía está trabajando arduamente para reconstruir los movimientos de Avilés durante las horas clave en que se cree que mintió en su testimonio. Sin embargo, el juez Juan Manuel Kees rechazó la solicitud de prisión preventiva del chico y fijó un cuarto intermedio hasta este domingo por la mañana.
Según informes, Muñoz salió de su casa el 13 de julio para visitar a un amigo llamado Isaías, quien vive a unas ocho cuadras de distancia. Desde entonces, no se ha sabido nada de ella, lo que ha llevado a la apertura de una causa por averiguación de paradero.
La fiscalía ha imputado a Avilés por el delito de falso testimonio, ya que se cree que mintió en dos aspectos clave de la investigación: la vigencia de su relación y los detalles de los días previos y posteriores a la desaparición de Muñoz. Además, las pericias en su teléfono celular han revelado que Avilés estuvo cerca del lugar de la desaparición de Muñoz en los días en cuestión.
La investigación sobre el paradero de Muñoz se ha visto entorpecida por las contradicciones y mentiras de su exnovio. Es crucial que la justicia continúe trabajando para esclarecer los hechos y encontrar a Luciana Muñoz lo antes posible.