La Sala 3° del Tribunal de Casación Criminal y Correccional ha ratificado la condena contra José Orellana, exintendente de Famaillá en Tucumán, por el delito de abuso sexual. La sentencia, que data de hace casi dos años, incluye una pena de tres años de prisión en suspenso y la prohibición perpetua de acceder a cargos públicos.
La víctima, Agustina Poch, quien en ese entonces trabajaba como asesora en el Congreso de la Nación, ha expresado su satisfacción por la confirmación de la condena. Poch, quien tenía 21 años cuando ocurrió el incidente en 2016, ha declarado que siempre creyó en la justicia, aunque reconoce que los procesos pueden ser largos y tediosos, con un gran desgaste emocional.
El acusado, José Orellana, fue denunciado por Poch después de que este se comportara de manera inapropiada y la atacara sexualmente en su despacho. A pesar de que Orellana siempre negó los hechos y afirmó que se trataba de una operación política, la justicia finalmente lo ha encontrado culpable.
Poch ha destacado el apoyo que recibió durante el proceso, especialmente en los últimos cuatro años, y ha señalado que el fallo le ha dado fuerzas para continuar. A pesar del alivio que siente por la confirmación de la condena, Poch sigue sintiendo el dolor y el desgaste que implica mantener un proceso judicial, el cual describe como hostil y revictimizante.
Este viernes comienza el juicio por abuso sexual contra el intendente de Famaillá, José Orellana. Poch ha expresado su deseo de que su lucha sirva como precedente para que otras personas puedan alzar la voz sin represalias y que el poder y la política no les dé impunidad.
La justicia ha tardado casi ocho años en confirmar la condena contra Orellana, desde el abuso denunciado hasta las amenazas y la impunidad. Sin embargo, Poch sigue firme en su lucha y ha demostrado que la justicia puede prevalecer, incluso en casos complejos y desgastantes.