El sacerdote Julio César Grassi, sentenciado por dos casos de abuso sexual infantil, solicitó este jueves su libertad condicional tras cumplir dos tercios de su condena. El Tribunal Criminal N°1 de Morón se encuentra evaluando su petición durante una audiencia. Grassi, quien se encuentra detenido en la Unidad 41 de Campana, aseguró ser inocente y mencionó diversos casos en los que se condenó a personas que no habían cometido delitos.
El sacerdote, conocido por su labor en barrios populares y su lucha contra el maltrato infantil, argumentó que durante su detención siempre cumplió con las reglas y que, gracias a sus acciones en prisión, está capacitado para seguir adelante y dedicarse a la abogacía. Además, afirmó que su esencia es ayudar a los pobres y que desea hacerlo como sacerdote y abogado.
Sin embargo, el fiscal de ejecución Mario Ravizzini se opuso a la solicitud de Grassi, argumentando que la pericia psicológica presentada por el cura no es aceptable y que la vivienda donde pretende vivir en caso de ser liberado es inadecuada, ya que se trata de una casa en la que vivirá solo. Por su parte, el abogado de la víctima, Sergio Piris, aseguró que Grassi nunca mostró arrepentimiento y que no está listo para salir en libertad.
Grassi fue condenado en 2009 a 15 años de prisión por el caso Gabriel, ocurrido en la Fundación Felices los Niños, y cumplirá su condena hasta el 2028. A pesar de esto, la defensa del sacerdote ha presentado diversas impugnaciones a lo largo de los años, incluso llegando a la Corte Suprema de la Nación. La normativa menciona que el beneficio de la libertad condicional no aplica para los delitos contra la integridad sexual, lo que será uno de los argumentos que el abogado de la querella, Juan Pablo Gallego, sostendrá durante la audiencia.