Una familia se dirigió a un cementerio en la localidad de Antilo, Santiago del Estero, para honrar la memoria de un familiar fallecido. Al llegar al nicho, sin embargo, se toparon con una escena espeluznante: el féretro de la abuela de la familia había sido reducido a cenizas y los restos óseos de la difunta estaban desperdigados en el suelo.
La familia, conmocionada por el hallazgo, informó inmediatamente al personal del cementerio y presentó una denuncia en la Comisaría Comunitaria Nº 9. La Fiscalía de la Circunscripción Capital de Santiago del Estero se encuentra actualmente investigando el caso.
Este incidente no es aislado, ya que hace solo dos semanas, una mujer fue detenida en el cementerio de la ciudad cordobesa de San Francisco por profanar una tumba. La sospechosa, una exempleada de una empresa tercerizadora de limpieza y una ART, fue vista por testigos arrodillada junto a una tumba abierta y una tijera de podar en la mano. Al inspeccionar el lugar, la policía encontró el cuerpo en descomposición de una mujer dentro del féretro, con los dedos índices de las manos amputados.
La principal hipótesis de este caso es que se trata de un caso de brujería por encargo. La detenida fue imputada por el delito de daño calificado y enviada al área de Salud Mental del Hospital Iturraspe.
La profanación de tumbas y el robo de restos humanos son delitos graves que causan gran conmoción y preocupación en las comunidades afectadas. Las autoridades han instado a la ciudadanía a estar alerta y a reportar cualquier actividad sospechosa en los cementerios.