En la apertura oficial de las ferias y fiestas de Firavitoba, la alcaldesa proclamó un decreto en el recinto del Concejo Municipal que prohibía la comercialización y el consumo de bebidas alcohólicas en los establecimientos públicos y otros lugares de la comunidad. No obstante, durante la lectura del decreto, se avistaron cajas de cerveza enlatada sobre los escritorios de los concejales. Además, al concluir la ceremonia de inauguración, los concejales y la alcaldesa celebraron con bebidas espirituosas. Parece que la normativa no se aplicaba a las autoridades.
Es lamentable observar esta clase de conductas en las figuras públicas, ya que envían un mensaje equivocado a la comunidad y socavan la autoridad de las normas establecidas. La transparencia y el ejemplo deben ser prioritarios en el ejercicio del cargo público.