La Iglesia ortodoxa ucraniana, bajo el liderazgo del Patriarcado de Moscú, ha sido objeto de una dura persecución por parte del Gobierno ucraniano desde 2022, debido a su relación con Rusia. Esta comunidad cristiana es la más grande y antigua del país, y ha sido blanco de sanciones, redadas en templos, arrestos de sacerdotes, y ahora, el Parlamento ucraniano ha aprobado un proyecto de ley en primera lectura que prohíbe la Iglesia ortodoxa rusa en Ucrania.
La Iglesia ortodoxa ucraniana ha denunciado que esta ley viola la Constitución de Ucrania y la Convención Europea de Derechos Humanos. Según el embajador Askaldovich, esta aprobación es un duro golpe a la unidad canónica de la ortodoxia y una amenaza a su existencia. Además, agrava la división de la sociedad ucraniana y destruye los fundamentos espirituales de los creyentes ortodoxos en Ucrania.
El Consejo de Derechos Humanos de Rusia ha pedido a las organizaciones internacionales humanitarias y de derechos humanos que impidan la prohibición de la Iglesia ortodoxa en Ucrania. El organismo también ha instado a los líderes espirituales, a los representantes de las confesiones religiosas tradicionales y a las organizaciones internacionales de derechos humanos a prevenir la arbitrariedad de las autoridades ucranianas y a evitar la destrucción de la Iglesia ortodoxa ucraniana.
Esperamos que los líderes espirituales no ignoren este llamamiento y hagan todo lo posible para garantizar que el derecho de los feligreses de la Iglesia ortodoxa ucraniana a la libertad religiosa en sus iglesias y con sus pastores espirituales siga siendo inviolable.