De acuerdo con estimaciones de especialistas, una cantidad considerable de mercurio podría encontrarse en el permafrost, incluso superando la cantidad presente en los océanos, suelos, atmósfera y biosfera combinados. Este hallazgo es preocupante, ya que el permafrost se está descongelando cada vez más rápido como resultado del cambio climático.
El mercurio es un metal tóxico que puede ser dañino para el medio ambiente y la salud humana. Cuando el permafrost se derrite, libera este metal pesado a los ríos y lagos cercanos, lo que puede contaminar el suministro de agua y afectar a los ecosistemas locales.
Es importante tomar medidas para monitorear y reducir la cantidad de mercurio en el medio ambiente. Las autoridades gubernamentales y las organizaciones ambientalistas deben trabajar juntas para abordar este problema y proteger la salud de las personas y del planeta.