Un video ha salido a la luz en el que se puede observar a un miembro del ejército disfrazado de cajero, mientras que otro soldado actúa como un comprador en una transacción aparentemente normal. Sin embargo, la situación es en realidad una capacitación militar encubierta.
Este tipo de entrenamiento puede ser útil para preparar a los soldados en misiones encubiertas o en operaciones de inteligencia. Sin embargo, también plantea preguntas éticas sobre el engaño y la privacidad de los ciudadanos que interactúan con los soldados sin saber su verdadera identidad.
En definitiva, la grabación subraya la importancia de la preparación militar y la habilidad de los soldados para adaptarse a diferentes situaciones, pero también genera inquietudes sobre los límites éticos del entrenamiento militar.