La ansiedad es una emoción que experimentamos todos los seres humanos como respuesta a situaciones futuras que generan miedo, incertidumbre, peligro o amenaza. Es completamente normal sentirla en momentos de estrés, pero es importante saber cómo gestionarla.
La experta en salud mental Tatiana Álvarez explica que la ansiedad puede manifestarse tanto física como psicológicamente. Los síntomas físicos más comunes incluyen taquicardia, presión en el pecho, dificultad para respirar, temblor en el cuerpo y llanto recurrente. Los síntomas psicológicos, por otro lado, están relacionados con los pensamientos y las preocupaciones excesivas que pueden llevar a ideas negativas y catastróficas.
Existen dos tipos de ansiedad: adaptativa y patológica. La ansiedad adaptativa es una emoción que altera nuestro sistema nervioso central y nos prepara para actuar en situaciones de riesgo. Por otro lado, la ansiedad patológica genera un desajuste en diferentes áreas de nuestra vida y requiere tratamiento especializado.
Existen varios mitos en torno a la ansiedad y la salud mental en general. Algunos de ellos incluyen la creencia de que la falta de actitud es la causa de la ansiedad, que la ansiedad se cura únicamente con medicación o que evitar el tema que causa ansiedad hará que desaparezca. Sin embargo, la realidad es que la ansiedad se puede gestionar mediante técnicas de respiración y enfrentando gradualmente las situaciones que causan incomodidad.
En el caso de la ansiedad adaptativa, es fundamental aprender a controlar la respiración diafragmática o 4×4, inhalando en cuatro tiempos, reteniendo el aire en cuatro tiempos y exhalando en cuatro tiempos. Esta técnica puede ayudar a reducir los síntomas físicos de la ansiedad y a mantener la calma en situaciones estresantes.